La Segunda, 2 de septiembre 2022
Asegura que el Apruebo pavimenta el camino para una salida política al conflicto.
‘Este es uno de los problemas más graves y complejos que le toca enfrentar al gobierno del Presidente Boric’, dice de entrada Juan Ignacio Latorre, senador y presidente de RD, al hablar sobre el conflicto mapuche.
Conoce el tema. Antes de ser parlamentario -siendo académico en la U. Alberto Hurtado- participó activamente con la comunidad jesuita que hace más de 20 años vive en Tirúa.
Muchas veces viajó a la macrozona sur a hacer trabajo de campo o investigación, estuvo en las cárceles visitando presos mapuche, fue mediador (en el gobierno de Piñera) en la huelga de hambre de Celestino Córdova y con los presos de Angol. Y acompañó a la familia de Camilo Catrillanca cuando fue asesinado.
Hay que poner las cosas en perspectiva, dice. ‘Esto ha venido escalando desde el año 97, tras los primeros atentados de la CAM contra camiones forestales en Lumaco. Y este gobierno lleva menos de 6 meses. Tengo la convicción, está en nuestro programa de Gobierno y lo hemos discutido bastante en el Frente Amplio, que acá hay un conflicto político, una deuda histórica del Estado de Chile con el pueblo nación-mapuche que tiene distintas dimensiones’, dice.
‘Hay comunidades que están por la vía institucional reclamando y esperan pacientemente una solución, otras pierden la paciencia y hacen ocupaciones transitorias como una forma de presión y están las que van por la vía directa y el sabotaje, que ha ido escalando’.
-¿Cómo abordarlo?
-Si queremos una salida política, tenemos que canalizarlo políticamente. Y eso no pasa solo por el reconocimiento constitucional, si no por escaños reservados en el Congreso, autonomías territoriales indígenas…
-Pero a los sectores radicales nada de eso les importa. De hecho Llaitul desprecia a la Convención Constitucional.
-No todas las organizaciones que van por la vía violenta responden a Llaitul. El problema, y no solo para el Gobierno, es que si no reforzamos una vía política, democrática e institucional a través de lo propuesto en la nueva Constitución, nos quedamos en nada. Hoy la inmensa mayoría de los pueblos indígenas está por la vía institucional, y hay que sentar a la mesa a las forestales, acordar temas de restitución territorial, de autonomía y participación política, cosa de aislar a los grupos violentistas más radicales para que depongan las armas. Y en paralelo, seguir persiguiendo los delitos que se cometen.
Gabinete: ‘Estamos conversando, hacemos propuestas’
A su juicio, el Estado hasta ahora no se ha atrevido a ofrecer una alternativa política para este conflicto histórico. ‘Y creo que el Presidente Boric tiene la convicción de abordarlo políticamente a través del dialogo. No va a haber espacio de negociación con quien ponga la pistola sobre la mesa (…) Distinto es que, y ha pasado en otras partes, se llegue a una especie de tregua o negociación con los grupos armados, incluso con mediadores’.
-¿La ONU podría ejercer ese rol?
-Se le ha pedido el apoyo a la ONU con observadores y equipos de negociadores. O el centro Nansen, de Noruega, que tiene mucha experiencia en conflictos violentos. Pero debe haber disposición de dejar las armas y entrar a la vía institucional, y para eso debes ofrecer esa vía.
-¿Se está trabajando en esa línea?
-Creo que eso es parte del plan, el Gobierno ha tenido la disposición de abrir las puertas al diálogo. Tenemos, por primera vez, una apertura democrática con la nueva Constitución para pavimentar un camino. Eso está, más la voluntad del gobierno que le pide ayuda a la ONU (ya está el convenio firmado y equipos trabajando) y al centro Nansen que esta avanzando en diálogos con distintas actorías.
-¿Hay claridad que el tema mapuche dificulta las cosas al Presidente?
-Hay plena conciencia. Y basta ver a los gobiernos anteriores: para Bachelet y para Piñera fue una dificultad. Hay plena conciencia en el Gobierno y en Interior.
-Postplebiscito habrá cambio de gabinete. Interior parece ser prioritario no solo por este tema, también por la delincuencia.
-Es una facultad del Presidente y él elegirá los tiempos para hacerlo, qué nivel de cambios realiza y qué personajes incorpora. Y respecto de la ministra Siches, lo primero es valorar su valentía por asumir un fierro caliente como el Ministerio del Interior. No creo que haya una persona que venga a resolver con una varita mágica el tema. Ella ha intentado hacer lo mejor que ha podido (…) No hay que poner en los hombros de la ministra del Interior, la actual o quien venga más adelante, todo el asunto mapuche. Creo que eso, en parte, ha sido un error porque la primera misión de ese ministerio es la seguridad pública, y en el tema mapuche hay otra arista que es social y otra política.
-¿El cambio de gabinete es un tema ya conversado con el Presidente?
-Siempre hay conversaciones, hay canal abierto con los partidos, no es que hayamos hecho una presentación en conjunto como Frente Amplio de esto en particular, pero ha habido conversaciones. El tiene todas las facultades de cambiar en los tiempos que él estime, aunque siempre hay un criterio de equilibrio entre las fuerzas políticas, pero también la incorporación de gente del mundo independiente que ha sido un aporte al gobierno. Estamos conversando, le hacemos propuestas, pero finalmente él decide.
